Tratamientos

Tratamientos

Es el tratamiento de elección para la mayoría de los pacientes que acuden a tiempo o tienen lesiones que no son severas.  Involucra una serie de medidas para recuperar la articulación y los músculos, como la terapia física, los analgésicos y algunos procedimientos de infiltración o inmovilización temporal. 

Durante el reemplazo de cadera, un cirujano retira las secciones dañadas de la articulación de la cadera y las reemplaza con piezas que, por lo general, están fabricadas con metal, cerámica y un plástico muy duro. Esta articulación artificial (prótesis) ayuda a reducir el dolor y mejora la función.

También conocida como “artroplastia total de cadera”, la cirugía de reemplazo de cadera puede ser una opción para ti si el dolor de cadera interfiere en tus actividades diarias y los tratamientos no quirúrgicos no han ayudado o ya no son eficaces. El daño por artritis es el motivo más frecuente por el cual se necesita un reemplazo de cadera.

La articulación de la cadera se repara cuando la fractura no es demasiado grave. Cómo se realiza la reparación depende del lugar donde se localice la fractura del fémur:

  • Fracturas del cuello del fémur (subcapitales): estas fracturas se localizan inmediatamente por debajo de la cabeza del fémur. Pueden colocarse unos tornillos metálicos que proporcionen apoyo a la cabeza femoral.

  • Fracturas pertrocantéreas: estas fracturas se producen a través de las grandes protuberancias óseas (trocánteres) situadas por debajo del cuello del fémur. En estas fracturas, se pueden utilizar un tornillo de compresión deslizante y una placa lateral. Pueden utilizarse otros tratamientos, como el reemplazo de cadera, en función de la situación de cada paciente.

La reparación de cadera permite a la persona conservar su propia articulación.

La descompresion del nucleo cefalico es un procedimiento seguro, simple y de baja morbilidad que permite obtener un resultado significativo cuando se la utiliza en estadios iniciales del tratamiento de la Necrosis Avascular Femoral no traumática. Por lo tanto, para optimizar sus resultados es indispensable su pronto diagnostico y tratamiento, ya que su pronóstico es ostensiblemente mejor cuando se tratan lesiones pequeñas y en estadios precolapso de la cabeza femoral.

El reemplazo de rodilla es una cirugía para cambiar partes de la articulación de la rodilla con partes artificiales nuevas. Es posible que necesite un reemplazo de rodilla si tiene una lesión que le cause dolor intenso y dificultad para realizar sus actividades diarias, como caminar y subir escaleras. Por lo general, se realiza cuando otros tratamientos para el dolor de rodilla no han ayudado lo suficiente. El objetivo de un reemplazo de rodilla es aliviar el dolor y ayudarle a moverse mejor.

Personas de todas las edades pueden someterse a un reemplazo de rodilla, pero es más común en personas mayores. La decisión de someterse a una cirugía se basa en su estado de salud general y en cuánto le molesta la rodilla.

Algunas de las cirugías habituales empleadas para el tratamiento de una fractura de rodilla incluyen:

  • Reducción abierta y fijación interna de una fractura de fémur, tibia la rótula (rotuliana – rótula rota): este procedimiento, el cirujano hará un corte sobre el hueso (fémur, tibia y rotula) para exponer y observar el hueso roto. El cirujano volverá a ensamblar las piezas con ayuda de pinzas y pequeños clavos metálicos. Cuando los fragmentos de la fractura están en adecuada posición y el hueso recupera su forma natural, el cirujano fijará con clavos, tornillos o placas metálicas. Esto ayudará a mantener el hueso en su lugar mientras sana (consolidación) . Luego, se cerrará los cortes con grapas o puntos.
  • Osteotomía: La osteotomía, es una cirugía, que tiene como fin corregir la posición de un hueso, que después de una fractura, consolido o sano en un lugar inadecuado, lo cual puede producir deformidades o incluso artrosis. También se realiza para corregir, deformidades , o para evitar el desgaste cuando una zona de la rodilla esta perdiendo el cartílago de forma prematura, redistribuyendo el peso de una sección de la rodilla a otra.

La reconstrucción del ligamento cruzado anterior es la cirugía para reemplazar el LCA roto. Hay varias opciones de tejido a usar para el nuevo ligamento, como un autoinjerto (tejido del propio cuerpo del paciente) o un aloinjerto (tejido de un cadáver). Uno de los autoinjertos más comunes utiliza parte del tendón rotuliano (el tendón que se encuentra en la parte frontal de la rodilla).

La reparación quirúrgica puede hacerse con cirugía abierta, en la cual se hace una pequeña incisión y la rodilla se abre de modo que el cirujano pueda ver dentro de la rodilla y el menisco pueda repararse. Cada vez más, los cirujanos recurren a la artroscopia para reparar los meniscos. El cirujano introduce a través de una pequeña incisión cerca de la rodilla un tubo delgado (artroscopio) que contiene una cámara y una luz con el que puede ver dentro de la rodilla sin hacer una incisión grande. Pueden introducirse instrumentos quirúrgicos a través de otras pequeñas incisiones. El cirujano repara el menisco con puntos de suturas o anclajes.